No ha sido
un año espectacular cinematográficamente hablando, para mi gusto.
Afortunadamente, no hay que vivir en la ola del presente, y la historia del
cine está ahí, bla bla bla. Pero vamos con el ranking de lo que más me ha
gustado de este año pasado (más alguna cosita del 2016 que no se estrenó hasta
el 2017). El pelotón del 10 al 4, y después, sí, el pódium de los tres
medallistas.
-Bamui Haebyunaeseo Honja (2017) Hong Sang-soo. Sigue en plena
racha Sang-soo, añadiendo metraje a una obra que parece una película eterna,
que nos va entregando por capítulos. Otra maravilla, incrustando en la ficción
partes de su vida, como no podía ser de otra forma debido a su modus operandi
de ir escribiendo el guión del día al levantarse cada mañana, antes de ir al set
de rodaje, mientras los demás desayunamos y miramos el facebook.
-Fe de
etarras (2017) Borja Cobeaga. Me he reído bastante con esta película, con una
premisa muy buena y un desarrollo sin estridencias, de perfil medio, pero
tampoco con descalabros. Todo muy bien, todo correcto, no se me ocurre ninguna
pega.
-Thelma
(2017) Joachim Trier. El Trier se mete en pantanos fantásticos (con una carga
metafórica evidente y poderosa, pero fantástica) y sale muy airoso, aún más,
sale victorioso, con una película febril y concreta. Muy bien interpretada,
además.
-Colossal
(2016) Nacho Vigalondo. Otro, Vigalondo, que se marca una metáfora fantástica
para explicar lo más miserable, y tiene la facultad y el talento para que una
premisa tan potente (e inverosímil) se mantenga ahí durante hora y media, sin
caerse de la mesa, bien erecta y juguetona.
-La región
salvaje (2016) Amat Escalante. Si a Lovecraft le hubiese interesado el sexo, y
fuese un director de cine actual mexicano, podría haber rodado algo así.
-Madre!
(2017) Darren Aronofsky. Mira que el tipo este me carga, pero esta película le
ha salido tan desmesurada, tan absurda, tan evidente, tan subrayada, que me lo
he pasado teta. No tengo muy claro si es una comedia involuntaria o no, pero me
he reído mucho. No quiero resultar cínico: la he disfrutado.
-Okja
(2017) Joon-ho Bong. Sobre el papel esta película no tendría que interesarme,
pero por el currículum del director le eché un vistazo y, oh sorpresa,
peliculón. Nada melifluo ni complaciente, nada maniqueo ni panfletario, no es
un ghibli de serie B en carne y hueso. Muy buena.
Y el
pódium, los ganadores, los elegidos, los afortunados que pasarán a la historia
de este humilde blog…
3- Lady
Macbeth (2016) William Oldroyd. Primer largo del amigo Oldroyd, y menudo primer
largo. Puesta en escena elegante y concisa, sin aspavientos, sin veleidades de
primerizo. Al grano. Y aquí hay mucho grano. A pesar de tener base literaria no
peca de verbalizar el drama, y los silencios y el encuadre de la cámara le
bastan al director para transmitir todo el desasosiego y claustrofobia de esta
mujer del siglo XIX.
2- Brawl in
Cell Block 99 (2017) S. Craig Zahler. Ya en Bone Tomahawk se intuía que en
Zahler había madera de gran narrador, de cineasta, pero me alegra confirmar con
este segundo largo, que esa intuición no era errónea. Aquí se marca otra
película larga y agónica, otra tortura visual en la que el protagonista (aquí
más individual y concentrado que en Tomahawk) sufre lo indecible, y nosotros
con él. Sádica, seca, frontal, dura… La película parece ir descendiendo capas
de infierno hasta un final hiperbólico, casi insoportable. Si no ha quedado
claro por lo dicho, la disfruté como un marrano.
1- A Ghost
Story (2017) David Lowery. Película que ha polarizado las opiniones, como toda
obra importante. Y como toda obra importante ha creado su propia gramática, su
propia estructura, su propia poética y su propia forma para contar lo que, como
todo, ya se ha contado mil veces. Hipnótica y maravillosa rareza, concita en su
recuadro achaflanado el dolor y el terror, la belleza y la extrañeza de la
vida, a pesar de estar protagonizada por un muerto, por una sábana con dos
agujeros.
No están
entre los diez, pero me han gustado:
Suntan
(2016) Angyris Papadimitropoulos, otra patada en las partes blandas desde
Grecia; La fille inconnue (2016) Jean-Pierre y Luc Dardenne, siguen los belgas
en buena forma; One More Time With Feeling (2016) Andrew Dominik, o el elefante
en la habitación de Nick Cave; Personal Shopper (2016) Olivier Assayas, una
historia de fantasmas por watsapp; O Ornitólogo (2016) Joao Pedro Rodrigues,
nos mete en unos meandros de los que es difícil salir una vez se han ollado; Silencio
(2016) Martin Scorsese, otra clase magistral del maestro; Better Watch Out
(2016) Chris Peckover, divertido y elegante, futuro clásico de noches de terror
para todos los públicos; The Little Hours (2017) Jeff Baena, comedia con monjas
y brujas, qué más añadir; The Meyerowitz Stories (2017) Noah Baumbach, movidas
de neoyorquinos; Brigsby Bear (2017) Dave McCary, como Room más El show de
Truman; Good Times (2017) Ben Safdie, Joshua Safdie, un título anodino para una
película nada anodina; Creep 2 (2017) Patrick Brice, si te gustó la primera,
supongo que te gustará la segunda, como a mí; Wind River (2017) Taylor Sheridan,
un thriller clasicorro pero bien, muy bien; The Killing of a Sacred Deer (2017) Yorgos Lanthimos, un poco en cuesta abajo, pero al menos la
primera hora a mí me descolocó; The Trip to Spain (2017) Michael Winterbottom, que cada vez que se
junta con Steve Coogan y Rob Brydon me recuerda la alegría de vivir.