sábado, 22 de marzo de 2014

:estoy escribiendo una novela

Efectivamente, estos días (meses) estoy bastante ocupado escribiendo una novelita.  Dejo aquí constancia para darme más ánimos, pues el oprobio público de no terminar mi cometido se sumaría a la vergüenza privada e íntima de dejarlo a medias.  Varias veces había intentado escribir algo de unas dimensiones mayores a un relato, pero siempre me había quedado a medias.  Esta vez no, cojones, voy bien encaminado, tengo la trama más o menos resuelta (me encanta dejar partes a la improvisación del momento, seguro de que mi yo del futuro sabrá solventarlo con sabiduría), y estoy alcanzando algo que nunca creí que tendría: una rutina de trabajo.  Para ello me está resultando fundamental el contador de palabras del procesador de texto: resumir todas las dudas y convicciones, tristezas y alegrías, éxitos y derrotas en algo tan tangible, tan matemático como es el número de palabras que escribes al día, me resulta sumamente tranquilizador.  Estoy convencido de que para sacar adelante un trabajo creativo, que después de todo consiste en domar al caos, no hay nada mejor que estructurar todo lo posible tu actividad diaria, eliminar de ella lo azaroso para que toda veleidad, toda voluta imaginativa se plasme en tu trabajo. 
Otro par de elementos de gran ayuda: el diccionario de sinónimos de WordReference para desatascar alguna frase, y unas cuantas fotografías e ilustraciones para que la imaginación no vuele tan a sus anchas.  Aquí les dejo un par de ellas, un par de inspiraciones para este texto que tengo entre manos.
Atentamente: T.