domingo, 6 de abril de 2008

: caras

Uno, si no de nacimiento, con el tiempo acaba teniendo cara de lo que es. A los avaros se les queda cara de avaro, a los envidiosos de envidioso, a los curiosos de curioso, a los derrochadores de derrochador, a los altos de alto y a los bajos de bajo. Todo lo que ves y lo que piensas y lo que sientes durante tu vida hace que se contraigan unos músculos y no otros, y se formen arrugas y pliegues en unos lugares y no en otros. Por eso muchos matrimonios acaban pareciéndose como hermanos, porque se pasan demasiados años viendo lo mismo, y pensando lo mismo y acaban sintiendo lo mismo sobre las mismas cosas y teniendo la misma cara. Y por eso a los locos se les queda cara de loco, porque ven cosas que los demás no ven, y piensan cosas que los demás no piensan, y tienen sentimientos extraños que los demás no tienen, y que pliegan sus músculos por lugares diferentes y se arrugan por sitios distintos y por eso a los locos se les queda cara de loco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando nacemos tenemos la cara que nos toca, cuando crecemos la que nos merecemos...
no puedo estar más de acuerdo, ni más entusiasmada con la forma en que lo dices. Me encanta como escribes, no dejes de hacerlo nunca!
un beso

toni bascoy dijo...

Querida (en mi mente meas sentada y tienes los ojos azules) anónima:
Gracias por tu comentario. No sé que cara tendrás, pero te mereces una muy bonita a tu lado. Aunque esa es otra cuestión. Un beso.