miércoles, 9 de julio de 2008
:stars [8]
[Continuación] Paso la última sesión de “Ambigüedad Sexual” pensativo, tratando de analizar los datos de que dispongo, tratando de hilvanarlos en una explicación coherente. Pero no soy capaz con la locaza del monitor (Gene) hablando sin parar por el micrófono con una voz que parece un torno de dentista amplificado. Como ejercicio final de este despropósito hemos de autoevaluarnos: imaginarnos que somos homosexuales y describir, lo más gráfica y explícitamente posible, nuestro estilo de vida. La idea es que comprendamos que la única diferencia entre un hetero y un homo es de logística, y nos escurramos literalmente fuera del armario.
El micrófono va pasando de mano en mano, de tópico en tópico, hasta llegar a mí. Me dan ganas de gritar que me gustan las mujeres, pero sin embargo digo que, si fuese gay, probablemente serie activo, porque tengo hemorroides crónicas y soy de nausea refleja fácil (tengo problemas con los abatelenguas, asique no quiero ni imaginar que haría con una polla en la boca). Soltar todo esto sin pensar me da que pensar, pero Gene comienza a aplaudir emocionado y el resto lo secundan. Se producen unas cuantas conversiones entre llantos; más aplausos y felicitaciones y fin del seminario. Cuando salimos, Gene se me acerca y me dice que el truco para evitar las arcadas está en relajar la garganta y en untar el pene en alguna sustancia de sabor agradable pero que no suela comer a menudo; por ejemplo en menta o en hierbabuena. Le digo que lo tendré en cuenta.
Mientras comemos me fijo en cada uno de mis compañeros. Pienso en quién puedo confiar, a quién puedo confesar lo que sé, y no encuentro a nadie. Nadie parece darse cuenta de que comienza a faltar gente, o al menos nadie parece darle importancia. No debería de extrañarme: hasta ayer mismo yo era igual.
Tras la cena entro en internet en busca de información sobre Samantha. Tiene un perfil en Starscity. Verla otra vez me da un vuelco al corazón. En su currículum pone que interpretó La gata sobre el tejado de zinc (en letra pequeña informa que hace de “party guest”, no de Maggie), y un par de papeles secundarios (extra, entiéndase) en E.R. y en Jericho. Encuentro más información en la página de su club de fans (!): un par de enlaces a youporn (lo de películas eróticas era un eufemismo) y un book de fotos muy interesante: fotos en bikini y en ropa interior y en traje de noche a la salida de eventos, acompañada de (supongo) celebridades; sólo reconozco a uno de los hermanos Baldwin, el gordo que siempre hace de psicópata. En la última entrada informan del ingreso de Samantha en este campamento. Les dice que está muy emocionada y que sabe que éste es el paso definitivo hacia la fama. Casi me dan ganas de llorar.
Afuera me encuentro con Frank Jr. Quizás el pueda aportarme algún dato de interés, pero parece nervioso y se cierra en banda desde el principio y me dice que tiene prisa. Mientras se aleja veo como deja caer al suelo una mascarilla de pintor que usa para limpiar la fosa séptica. Me acerco y la recojo con disimulo. Un plan comienza a dibujarse en mi mente. [Continuará]
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