1. De un tiempo a esta parte, para ganarme las habichuelas he estado trabajando en un lugar de cara al público (cómo odio esa expresión). Y menos mal que el éxito de la empresa no depende de mi don de gentes (otra expresión que odio), porque íbamos apañados. Pero no, este tinglado se mantiene por sí sólo, y mis compañeros y yo somos meros receptáculos de los alegrías y desdichas de los que hasta allí se acercan. Y se acerca gente de todo el mundo, con lo cual uno puede jugar al antropólogo inocente (y aficionado) y dedicar el tiempo, además de a trabajar, a categorizar la fauna humana. Un pasatiempo tan válido como cualquier otro.
De lo que más abunda en oficios, a parte de la generalidad “empleado” que, de una u otra forma, nos incluye al 99,99% de los humanos, son las categorías de administrativo e ingeniero; oficios que sólo existen para mantener en pie dos estructuras artificiales: una burocrática y otra técnica; dos entramados de normas y leyes que parecen tener una única función: autosustentarse.
2. O lo que es lo mismo: “Tengo que crear un sistema, o seré controlado por el sistema de otro hombre”, William Blake.
3. Hablando de citas, un tipo que suelta perlas como melocotones es Michel Houellebecq. No puedo evitar que me caigan bien este tipo de intelectuales de derechas, como David Mamet, aunque sólo sea porque son unos toca cojones y dicen cosas que duelen y que te hacen replantearte aspectos vitales que prefieres obviar. Aquí van unas cuantas frases lapidarias de monsieur Houellebecq: “Cada uno tiene los sueños de los que es capaz”; “Uno cobra conciencia de sí mismos en su relación con el prójimo; y por eso la relación con el prójimo es insoportable”; “Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida, y uno puede sentir la tentación de correr riesgos”; “Acumulamos recuerdos para sentirnos menos solos en el momento de la muerte”; “Hay cosas que se pueden hacer, y otras que parecen demasiado difíciles. Con el tiempo, todo parece demasiado difícil; la vida se reduce a eso”; “La falta de ganas de vivir no basta para tener ganas de morir”; “La primera ventaja de un origen popular es que uno carece de respeto por el pueblo; la segunda, no teme a la opinión de la izquierda; la tercera, tampoco te fascinan los pobres”.
4. Ya tenemos entradas para Wilco: el día 1 de junio, a las 21:00. Me enteré tarde de que venían, y las entradas ya se habían agotado (buena señal). Pero gracias a la red encontré a un tipo al que le sobraban un par de entradas y el equilibrio se ha restablecido. Hoy me he visto el DVD Ashes of American Flags para ir calentando motores. Las ganas son muchas, aunque un auditorio con asientos no parece el lugar más indicado para ver a estos tipos en acción (ni a ningún otro que no se dedique al ajedrez profesional). Ya les contaré.
(Aquí les dejo una vieja canción)
jueves, 14 de mayo de 2009
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4 comentarios:
muy buenas las citas de Houellebecq.
Compañero antropologo social-audiovisual, aunque a priori pueda parecer una peñazo, te recomiendo que te veas la conferencia integra que da el Señor Repronto a los alumons de audiovisual de la universidad de Madrid, donde analiza el formato de Repronto y su claves y hace un análisis muy interesante acerca de las nuevas tendencias audiovisuales...altamente recomendable. Puedes ver el enlace en su página. Un abrazo!.
Me encanta la americana.
Siempre con su permiso señor Bascoy
Permiso para decir todo lo que quiera...
Esa americana es el último eslabón de la dinastía country, que empezó con Hank Williams, continuó en el Gram Parsons de los Flying Burritos, y ahora sigue en Jeff Tweedy. Perdone, tenía que hacerme el listo. Un saludo!
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