Vamos a empezar con un tópico: decía Hitchcock que era mejor partir de un tópico que acabar en él. Efectivamente, temas nuevos quedan pocos. Zonas vírgenes e inexploradas las encontramos en los resquicios de la personalidad de cada autor. Es decir, sólo queda innovar en la forma.
Aquí les dejo con dos chistes iguales. Sí, hasta dos GENIOS como Otto Soglow y Charles Addams repiten esquemas (y además trabajando los dos para el New Yorker), repiten exactamente el mismo chiste (bueno, técnicamente sólo lo repitió uno de ellos, pero no sabría decirles cuál fue el primero).
A lo que vamos: partiendo del mismo chiste, de la misma situación cómica, cada uno de los artistas lo lleva a su campo y crean dos obras gráficas originales y únicas.
Este es el consejo (de alguien que no tiene ni la capacidad ni la autoridad para darlo): no busquen la originalidad, limítense a contar lo que quieran contar desde su propia experiencia. Nadie, y digo nadie, es igual a nadie; y si uno es sincero con lo que hace, el resultado, por fuerza, será algo que nunca hayamos visto antes.
Un saludo.
martes, 13 de abril de 2010
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