En este fragmento de Postpoesía, de Agustín Fernández Mallo, el autor habla del concepto de spam llegando a, según nuestra opinión, acertadas conclusiones.
El concepto de postpoesía (estructura fractal/antilineal, naturaleza bastarda y fronteras difusas, en esa tierra de nadie entre la ciencia, la tecnología, la publicidad y la poesía ortodoxa), bien podría aplicarse a muchos works in progress que proliferan por la red; también conocidos como blogs.
“Entiendo por spam, o basura informativa, no algo que es basura en sí misma, sino aquella información que puntualmente, en un momento determinado, no nos vale de nada, no nos aporta nada. Un trozo de conversación que oigo por la calle al pasar, cinco segundos de teleserie que veo mientras hago zapping, o todas las marcas de alimentos en conserva, coloridas, en diferentes tipografías y con sus correspondientes eslóganes, que veo al vuelo cuando tengo que atravesar la sección conservas en el supermercado si lo único que quiero es comprar yogures. La postpoesía utiliza esas zonas de la realidad, esas informaciones, que habitualmente estaban al margen; ese trozo de conversación, esos cinco segundos de zapping, ese mosaico de latas de conserva que es un cosmos en sí mismo. Es algo similar a lo que ocurrió con la irrupción en el mercado de las cámaras de fotografía digitales. Hasta entonces, con las cámaras de película, fotografiábamos cosas y momentos muy determinados, no nos permitíamos el lujo de gastar carretes en objetivos que no estuvieran muy pensados de antemano o que correspondieran a estereotipos. Con la cámara digital, fotografiamos cualquier rincón, cualquier objeto, cualquier situación por absurda que parezca a priori; experimentamos. Hemos conocido así toda una zona de la realidad que antes teníamos negada, una zona que era basura informativa visual, era spam. Toda esa zona spam de la realidad ha emergido ante el objetivo redefinida en material de trabajo tan noble como el clásico.”
jueves, 18 de marzo de 2010
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