No nos referimos al plano científico (pero si a ustedes les interesa, pueden echarle un vistazo al capítulo correspondiente en el muy recomendable Física de lo imposible, de Michio Kaku, Editorial Debate; o véanse este episodio de Los Simpson), si no al narrativo.
Pocas suposiciones nos resultan más apasionantes que aquello de “¿qué hubiese pasado si ...?”; de pronto, con sólo plantear esta hipótesis, el mundo parece desdoblarse y un universo paralelo (¿o tangencial?) surge de nuestra decisión o de nuestra falta de ella.
Los ejemplos son múltiples, como los múltiples universos DC (un todo vale hasta que se les fue de las manos y tuvieron que meter tijeras y quedarse con el universo real y verdadero), como la colección What if de Marvel (un poco tramposa: el universo oficial era el que surgía de las decisiones acertadas; cualquier alternativa, aunque a priori sonase sugerente, acababa indefectiblemente en catástrofe; una forma de defender el statu quo).
En cine también hay ejemplos para dar y tomar. Todas la películas de viajes en el tiempo (bueno, de viajes al pasado) juegan un poco a eso. Pero nos vienen más a cuento películas como Una mujer bajo la lluvia o Dos vidas en un instante: el azar, una decisión, dos vidas distintas. Centradas, eso sí, en el plano sentimental, que tampoco hay que ponerse muy metafísicos.
Parte de la filmografía de Lynch, o la descomunal Donnie Darko (si no la has visto ni te molestes en hablarme) tratan el tema de una forma muy sui generis, como debe de ser.
Y claro, no nos olvidemos de la sexta temporada de Lost, ese reflejo y catalizador del zeitgeist actual. Le pese a quien le pese.
En la vida real todo esto no son más que elucubraciones para antes de dormir. Pocas veces uno tiene un billete para entrar en un universo paralelo. Pero eso es lo que yo tengo. Una entrada para el concierto que Castanets iban a dar esta noche y que, por insondables que tampoco me interesan, se ha cancelado.
No sé hasta que grado me iba a afectar este concierto, pero indudablemente pondría en marcha una serie de minúsculas decisiones, de intrascendentes quehaceres que encauzarían y ayudarían a conformar una vida distinta a la que voy a transitar a partir de esta noche.
Bueno, ni siquiera tengo que esperar a esta noche: ahora mismo no estaría escribiendo esto si esta noche se celebrase el concierto.
Qué grado de diferencia tendría esa vida con respecto a ésta, eso nunca lo sabré.
Otra duda es si este universo es el oficial, como en Marvel, o vivo en un What if.
4 comentarios:
y es una tactica estupenda para ligar: "chica, en un universo paralelo, tu y yo nos hemos enrollado"
Sí?
Tú crees que colaría?
Jeje
Conozco a quien si:
"mira guapa, solo por acercarme a ti y hablarte he abierto un infinito conjunto de posibilidades..."
Joer... ese tipo es un semidios.
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