Seguramente ni se habrán dado cuenta, pero por primera vez (que yo recuerde) este blog ha sido actualizado durante siete (7) días consecutivos. Lo que se conoce como “semana”.
De ahí el título de este post. Muy agudo, lo sé.
¿Qué valor hay en todo esto?, se preguntarán. Pues más bien poco.
Lo único que se me ocurre, así, a vuelapluma, es cierta evolución en mi YO 2.0, ya que las actualizaciones diarias han sido realizadas a través del actualizador automático (¿se llama así?) del blog.
Así que, mientras ustedes me leían con afán y concentración cuasi-monacal, servidor andaba de viaje por Lisboa, en una boda en Torrelodones, comiendo, bebiendo, amando, jugando a los bolos, bebiendo, jugando al bingo... la gran vida, vaya.
Por lo demás, mirando atrás. Sin ira.
Exhumaciones Bascoy es lo que parece: un reaprovechamiento de todo lo reaprovechable que voy encontrando por mis viejos cuadernos y libretas.
Así cualquiera actualiza un blog a diario, dirán ustedes.
Y un poco de razón tienen: uno se siente ligeramente plagiador copiando-pegando todo ese material de un yo antiguo, casi irreconocible. Un yo que visto ahora parece todo entusiasmo e ingenuidad (¿acaso puede ser el entusiasmo de otra forma?). Un él más que un yo, vaya.
Para que este post no sea una absoluta pérdida de tiempo autorreferencial, les dejo un dibujito de Shintaro Kago y una cancioncita. Que coño una cancioncita, un puto clásico.
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