martes, 9 de diciembre de 2008

:eructos de coliflor [6]

Los amantes de “lo Zombie” (que diría maese Adsence) estamos de enhorabuena: primero atenderemos a la más rabiosa actualidad (nunca mejor dicho) y después revisitaremos un clásico moderno, ambos en formatos no demasiado habituados a la ficción con muertos andantes.
1. Mientras este humilde y desinformado escribano suspiraba no hace demasiadas semanas por un serial televisivo zombie, a poder ser de la HBO, ya se estaban emitiendo los primeros episodios de DEAD SET, una miniserie británica de cinco episodios: poco más de dos horas de ficción con olor a podrido y que, vistos del tirón, nos han dejado jadeando de placer. La serie empieza con fuerza y con un planteamiento bastante original: una plaga zombie se extiende por Gran Bretaña una noche de expulsiones del Gran Hermano inglés. Mientras afuera se desata el apocalipsis, en el interior de la casa los concursantes no se enteran de nada… hasta que se enteran. El resto de la serie esquiva los tópicos y lugares comunes del subgénero con estilo y cinismo, manteniendo un buen ritmo con la simple inercia de este extraordinario comienzo, con tres subtramas que luchan por converger en un último episodio memorable, un final desgarrador que nos ha dejado temblando y con el culo apretado. Vale que alguna regla no escrita dice que las pelis de zombies deben acabar con un final descorazonador, como las porno deben acabar con una corrida, pero aquí Charlie Brooker y los suyos se han superado. Da miedito, están avisados. Otro dato: pertenece a la subdivisión “zombies que corren”, mucho más terrorífica, dónde va a parar, que la de “zombies que andan”.
Aunque las series españolas son TODAS baratas, falsas, maniqueas y derivativas… pagaría por disfrutar de una versión patria de DEAD SET, sobre todo por refocilarme viendo morir de forma violenta a Mercedes Milá (de forma ficticia, se entiende). Y ya puestos, me imagino y me relamo con la posibilidad de una horda de zombies correteando por los pasillos de Tele 5 y llevándose por delante a Jordi González y su cohorte de mamarrachos-comentaristas. Ays, soñar es gratis.
2. El otro serial zombie tiene forma de narración que se sirve de ilustraciones y textos para su despliegue; o sea, de tebeo: LOS MUERTOS VIVIENTES de Robert Kirkman (autor de la también georgearomérica Marvel Zombies) es ya un clásico moderno, no creo que se lo vaya a descubrir a estas alturas a nadie, publicados ya 7 tomos recopilatorios en nuestro país. De nuevo llego tarde al guateque: mis experiencias con Kirkman hasta ahora no habían sido muy gratificantes, así que me ha costado darle una oportunidad a su serie por antonomasia. Es un guionista demasiado verborreico para mi gusto, demasiado explicativo, como si no confiase en la pericia de sus dibujantes para explicar la historia; o quizás rendidamente enamorado de su propia prosa (del montón, por otro lado). Escuela Stan Lee, vaya. Y la verdad es que esto comienza un poco así, a base de monólogos reiterativos y diálogos absurdamente prolijos que lastran ligeramente el ritmo, que por otro lado tiende a lo frenético; pero con el paso de los capítulos, no tengo claro si esta tendencia se atenúa o simplemente me he acostumbrado a ella, pero el resultado es que me rindo incondicionalmente a la serie.
La historia, ya en el prólogo del autor, se nos presenta larga: una saga épica que seguirá a nuestro protagonista (Rick) y a sus adláteres en su epopeya post-apocalíptica zombie (las palabras más hermosas en cualquier lengua) sin el corsé de la historia autoconclusiva. Más cercano, pues, al serial televisivo que a la película. El autor tiene el tiempo y el talento para plantear situaciones que se alejan de lo manido, otras que rayan en lo inédito, algún que otro quiebro en la lógica zombie que saben a gloria al fan veterano y, sobre todo, nos dibuja un mundo poblado por personajes ambiguos y tridimensionales. Todo ello en un blanco y negro que huele a Serie-B, en unos tomos muy coquetos y relativamente baratos que usted, querido amigo, no debería perderse. Ah, subdivisión “zombies que andan”.
3. Ambos ejemplos serializados nos hacen preguntarnos si la ficción en tres actos (verbigracia: las películas) está en crisis. Si vuelve el folletín y los seriales seré el primero en congratularme.

4 comentarios:

UNDER dijo...

Amén hermano...hace poco escuché a no se qué famoso decir que, hoy por hoy, el mejor cine es el que se hace en las series de televisión...y esperemos que por muchos años...mola ver "películas" por fascículos y si son como la última hornada (y por soñar, todas de la HBO) mejor que mejor...Hablando de todo un poco, me han comentado el próximo bombazo televisivo (de la NBC, para más datos, que tampoco está mal) "My own worst enemy"
http://www.nbc.com/My_Own_Worst_Enemy/
Ingredientes: agente secreto de noche, amo de casa el resto del tiempo...La CIA instala en su cerebro un aparatito que le borra las misiones para no correr riesgos, es decir, en su vida "normal" no recuerda ser agente secreto...algo sale mal y la personalidad "amo de casa" y la de "Agente secreto" se intercambian en situaciones peliagudas...conozco visionadores del primer episodio y al parecer (a pesar del planteamiento a lo "Paycheck" de Philip k. Dick) la cosa promete...

toni bascoy dijo...

Por una vez, estimado Under, me siento parte de una privilegiada élite cultural, pues no sólo he visto ya el primer episodio de My own worst enemy... me he visto ya los 8 primeros, con dos cojones!! Y sí, la cosa no está mal, a pesar de que el prota es el pesado de Christian Slater. El tono es ligeramente cómico y desmitificador (con un distanciamiento irónico postmoderno, que le diría si fuese un pedante de mierda), como uno puede intuir por la premisa; se ve con agrado e interés y uno no siente que estén insultando su inteligencia en el interín. Vamos, que cuando quiera se la paso. Un saludo!!

UNDER dijo...

Ahí!! con dos cojones!! jajajaja, me ha hecho usted mucha gracia con su comentario (a punto estuve de escribir "comenterio", debe ser de tanto zombie)
Un abrazo y hablamos pronto, delante de un café, como hacen las élites culturales!! con dos cojones!!

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel