Hoy tengo que coger un vuelo con Spanair, la segunda compañía aérea más segura del mundo después de Oceanic (datos reales). Sé que volar a ocho mil metros de altura a ochocientos quilómetros por hora dentro de un puro metálico no es algo natural, pero tampoco lo es deslizarse a ciento treinta quilómetros por hora dentro de una caja metálica sobre una superficie de cemento.
Los japoneses, como siempre, tienen una visión diferente sobre el asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario