Los rayos-x son los rayos por antonomasia, junto con los láser, que nos han acompañado toda nuestra vida simbolizando un futuro de tecnología hiper-avanzada que no acaba de llegar. Es como si nuestra intuición nos dijese que no le estamos sacando todo el provecho a estos artilugios.
Vemos y leemos historias de robots, de androides, de replicantes que compiten en inteligencia y en apariencia con los humanos y claro, nos hacemos ilusiones.
Y sin embargo, ¿qué son los robots en el mundo real? Una noticia de cierre de telediario, un artilugio blanco hecho por japoneses que anda (oooh) y sube escaleras (aaaaah). ¿Cuántos años llevamos enquistados en eso? ¿Para cuándo un robot que después de subir las escaleras entre en la alcoba de su dueño y lo asesine a sangre fría para usurpar su puesto?
Del mismo modo, que los rayos láser nos sirvan para realizar precisas intervenciones quirúrgicas de córnea, o leer códigos de barras, no parece suficiente: queremos espadas láser, queremos Estrellas de la Muerte.
Y qué decir de los rayos-x, que nos han acompañado desde nuestras primeras visitas al pediatra corroborando diagnósticos. Había cierto misterio en esos mandiles de plomo y en tener que quitarte la medallita del Niño Jesús pero... ¿es suficiente? No. Queremos... queremos ver a la peña desnuda.
Igual que la queríamos ver hace años.
Y sin embargo, que destrempante, que prosaica, que pragmática, que fea, que antigua es la realidad. El futuro que esperamos va mutando en su superficie, pero básicamente es el mismo de siempre. Un futuro de Space Opera que más tiene que ver con nuestro pasado que con nuestro futuro, que más parece replegarse hacia nuestros deseos ancestrales que avanzar en la dirección que la tecnología de vanguardia parece apuntar. Se siente.
2 comentarios:
Y que le parecen los rayos gamma?
Es broma. Otro excelente post.
Pues a parte de sus efectos sobre las margaritas y sobre Bruce Banner, los gamma son un gran misterio para un servidor.
Y muchas gracias por tus comentarios; se tienen muy en cuenta en esta casa.
Un abrazo.
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