Decía hace un par de posts qué no entendía a qué tipo de persona podía escandalizar una película como A Serbian Film. Bueno, pues ya lo sé: a los contertulios de la tele. Los contertulios forman un gremio, o algo así, que de buenas a primeras me genera más antipatía que una convención de moteros tunos dragqueens. Ese servilismo al partido, ese opinar sobre todo a cualquier costa, esa demagogia... me superan.
Seguro que a todos nos ha pasado: estamos viendo la tele y unos contertúlios, por distender el ambiente, tratan algún tema ligero, cultural o así; y entonces, cuando se meten en terreno conocido por un servidor, se les ven las carencias y las metidas de pata son contínuas y de vergüenza ajena. Cómo hablen con el mismo rigor sobre política y economía (dos campos en los que yo, ni flores), es como para hacerles caso, oye.
Pues el otro día no tenían nada más interesante de qué hablar (no debía de haber liga y la crisis, por lo visto, se tomó una jornada de respiro) que de A Serbian Film. Les dejo aquí los 12 minutos y pico que dedicaron al tema. 12 minutos de despropósitos in crescendo, de barrabasadas por parte de ambos bandos, izquierda y derecha, y por parte de Concha García Campoy, que tan cauta se muestra en otras ocasiones pero en esta va directa a la yugular, desatada y con el machete entre los dientes.
Aquí se retratan todos como lo que son: una pandilla de retrógrados y de ignorantes. Se mean, de paso, en el código deontológico periodístico, profesión que desarrollan, al hablar, opinar, dictaminar y sentenciar sobre un tema que sólo conocen de oídas, porque, atención, NINGUNO ha visto la película de la que están hablando.
Ninguno es pacato (lo dicen ellos, no yo), y ninguno es partidario de la censura (también lo dicen ellos)... todos están en contra de censurar lo que ellos no consideran censurable. Lo que ellos no admiten, sí, debe ser censurado. Eso en mi pueblo se llama fascismo, y me da igual que el paisano sea de CNN Plus o de El País, son una pandilla de fascistas.
Les recomiendo encarecidamente estos 12 minutos y pico. A mí me han resultado más desasosegantes, más duros y me han metido más miedo en el cuerpo que A Serbian Film; por que ésta es una obra de ficción (que, además, ni se regodea ni glorifica precisamente las actitudes que tanto han escandalizado al respetable), y este debate es real.
Dijo Cronenberg en una ocasión que sólo los censores y los psicópatas confunden la realidad con la ficción. Las personas inteligentes, las personas con criterio, las personas con dos dedos de frente verán en A Serbian Film un cuento moral, una crónica sobre la actual desintegración del individuo y de la familia (con connotaciones políticas inevitables al ser de la nacionalidad que es, y que no por nada se subraya en el título); los demás, sólo verán (si se molestan en verla) una loa a la violación de fetos.
Jesús, menuda pandilla...
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2 comentarios:
el asunto es no ver la tele. A mi me funciona
Amén, pero alguien me pasó este enlace de youtube y ya la cagamos.
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