Buf, que pereza volver al día a día. No les voy a dar la murga sobre el viaje porque odio cuando alguien me lo hace a mí. En otro foro-blog nos explayaremos los tres trilocos por si a alguien le interesa (que a priori me parece difícil). Pero por cerrar el post anterior les diré que muchos de los tópicos se han confirmado: la higiene brilla por su ausencia (valga la paradoja), las calles parecen tiendas de marroquinería al aire libre y hay un sorprendentemente alto número de gente con aspecto de alcoholizada para ser un país musulmán dónde encontrar un local que te sirva cerveza es complicadillo (lo digo por experiencia). Todo esto, claro, en la zona antigua de la ciudad; la moderna es como cualquier otra ciudad moderna con mucho turismo: macro-complejos hoteleros, franquicias de Inditex y cadenas de comida rápida, y avenidas interminables. Si no fuera por los carros tirados por burros que te cruzas de vez en cuando, podrías abstraerte e imaginarte en cualquier Benidorm de la vida.
El deporte nacional no es la disentería, es el mobiletting: el dribling deportivo de motocicletas. Por lo demás: buena comida, muy buena gente, el cielo indescriptible del desierto, caos circulatorio y gatos por todas partes. Después de la primera cagada en casa he vaciado los restos de tagines y couscous que traía de contrabando en el intestino delgado; pero los recuerdos, compañeros, esos siguen aquí dentro. Ma'a ElSalama, amigos.
sábado, 24 de enero de 2009
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3 comentarios:
Bienvenido...
Quiero fotos de nuestro amiguito con el burka...
Una vez más leyendo sus líneas se me plantea una duda: No se que me apetecería más, ir a Australia de caza o a Marrakech a una competición de mobiletting. Aunque no me acuerdo bien porque, me apetece comer un bocata de chorizo sin manchar con las migas su impoluto blog.
Un saludo a todos y todas.
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