El magazine contracultural (?) Pernus, afincado en el muy psichedelico condado de Humboldt, California, lleva tres números semestrales cargaditos de reportajes la mar de reveladores sobre un apocalipsis inminente, siguiendo la estela del mascarón de proa Adam Parfrey. Del reciente y aun calentito último número nos quedamos con dos detalles: en la zona de Indianola la policía ha empezado a tomar por costumbre cachear a la muchachada ociosa y disoluta en busca de pendrives cargados de material ilícito (esto es, cualquier cosa cultural por la que no hayas desembolsado dinero), no ya las clásicas piedras de hash, que ahora son consideradas un entretenimiento inofensivo.
Por el contrario, Chantilly Bridal & Mr. Tux (Santa Clarita, California de nuevo), una macroempresa especializada en bodas, ha comenzado a ofrecer parches de nicotina en lugar de los tradicionales puros como agasajo a los invitados masculinos. Los parches vienen, por supuesto, en unos coquetos sobres con los nombres de los contrayentes y un elegantísimo motivo decorativo a elegir. Personalmente, parecen condones diseñados por los Legionarios de Cristo, valga la paradoja.
Sin duda Joss Whedon tenía razón: la Boca del Infierno está en la soleada California.
lunes, 23 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Veo que ya empezamos a adquirir conciencia global del hiper-enlace, bienvenido a un mundo de posibilidades, bienvenido a la red 2.0 jajajajajaja
Parches sí que le daba yo a más de uno, pero no de nicotina (siempre desde el cariño y el respeto. Y para las damas que se les ocurrirá una pegatina de tatuaje con la imagen de la típica figura de los dos cisnes con su cuello entrelazado.... Lo siento me voy al baño a vomi....
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